¿Cómo te das cuenta que algo se mueve?
Nuestros
sentidos nos permiten identificar estímulos que pueden ser placenteros,
desagradables e incluso peligrosos; nos permiten, por ejemplo, percibir el
calor de un incendio por medio del sentido del tacto y el olor característico
que producen algunas sustancias al quemarse.
A muy corta
edad, somos capaces de ubicar el lugar dónde se encuentran los objetos y donde
ocurren diferentes fenómenos. Cuando se le pregunta a un niño de dos años dónde
está el Sol o la Luna, es probable que señale hacia el cielo.
Tanto los
animales como los seres humanos usamos, instintivamente, referencias para
localizar objetos; una de ellas es la posición donde nos ubicamos, así, cuando
alguien nos habla, sabemos que se encuentra atrás, a un lado o enfrente de
nosotros. Si un objeto aparece en nuestro campo visual y luego desaparece,
podemos asegurar que se movió. De la misma manera, un árbol, una casa o un
edificio nos sirven para saber que se ha movido un camión frente a ellos.
A
continuación se presenta el problema que
resolverás con lo que hayas aprendido durante esta secuencia.
Te encuentras a bordo de un autobús en una terminal. Hay varios
autobuses alineados al tuyo y el de junto retrocede muy despacio. Tu compañero
de asiento dice: “Hemos comenzado a movernos”. Sin embargo, para ti, tu autobús
sigue en reposo
¿Quién tiene razón? ¿Cómo lo justificarías?
Lo que pienso del problema
1.
¿Cómo reconoces si algo se mueve o no?
2. ¿Qué
sentidos empleamos para percibir el movimiento de un autobús? Describe cómo
sería la experiencia para cada sentido.
3.
¿Todas las personas perciben el movimiento de la misma manera que tú? ¿Por qué?
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